Mejor, imposible. El arranque demoledor del equipo de Gabriel Schurrer ilusiona a sus hinchas. Seis puntos ganados sobre la misma cantidad, ante dos equipos de renombre conforman un panorama muy alentador para el Grana. Pero eso no es todo, el debut (con gol agónico incluido de Mariano Pavone), y la vuelta de Valeri, el ídolo de la gente, terminan de cerrar un comienzo ideal en el Sur.
Por eso, el Conde se mostró muy feliz por su regreso y el rendimiento de Lanús: “Este arranque es muy importante, es bueno mirar la tabla y estar allá arriba; de todas formas, hay que ir pasito a pasito porque aún quedan cosas por mejorar”. Y agregó: “Me gusta que seamos uno de los candidatos al título y que los demás nos miren diferente”. Sin embargo, su alegría aún es mucho más intensa ya que pudo volver a vestir la camiseta Granate cuando parecía una utopía meses atrás al dilatarse la firma de su nuevo contrato. “Estoy muy feliz por haberme quedado en el club, Lanús es mi casa y no hay nada más lindo que jugar donde uno se siente más cómodo. La verdad es que no veía la hora de entrar a la cancha”, relató. Pelusa tampoco olvidó la gran ovación que recibió por parte de la hinchada local al ingresar al campo de juego: “El cariño que me tiene la gente es impagable. Escuchar que coreen tu nombre es algo hermoso. Cuando entré sentí una emoción impresionante”, culminó el volante. A esta altura, Lanús es pura ilusión.
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