Otra jornada de doble práctica para los dirigidos por Simeone, en Open Door. El plantel combina trabajos físicos con técnicos y tácticos. El entrenador paró un equipo con tres delanteros, y ahí estuvo Bieler. Los días se pasan, entre cansancio, buen clima y hermetismo.
La Academia continúa su preparación con vistas a la temporada 2011/2012. Diego Simeone propone un trabajo intenso en el complejo hotelero Resort de Campo y Polo, en Open Door. Exige en lo físico, pero no se olvida de la pelota. En fin, la que decide el rumbo del fútbol, esa que se encariña si la tratan bien. Por eso, el Cholo retoca lo individual y aceita lo colectivo. Y, con tiempo, va marcando su sello.
Presión, salida rápida, desbordes, atención al retroceso y buen trato del balón. Es lo que pide el técnico, en estos primeros días, a sus futbolistas. Ambos se van conociendo y adaptando a las normas. Aunque más el equipo al Cholo, quien ordena constantemente y reitera sus pretensiones. Por ahora, el equipo obedece.
Hoy, a la mañana, la neblina impidió que el entrenamiento se desarrolle en condiciones normales. Sin embargo, se llevaron a cabo pasadas en velocidad y trabajos de resistencia. Luego, afinaron la técnica. El cuerpo técnico hace hincapié en la definición, los cabezazos, pases al pie y al espacio y centros desde las bandas. Esto último se puntualiza bastante. El entrenador busca que su elenco abra la cancha y abastezca bien a los de adentro.
En tanto, por la tarde realizaron un fútbol táctico, con variadas indicaciones, en el que se vio un once: Saja; Pillud, Martínez, Cahais, Licht; Toranzo, Yacob, Pelletieri; Hauche, Bieler y Lugüercio. Este equipo enfrentó a un combinado suplente (son 23 los jugadores alojados allí, con dos integrantes nuevos, Hugo Silva, lateral, y Juan Musso, arquero) y se observó mucha insistencia en la presión exhaustiva y la obligada tarea de recuperación, para los delanteros, cuando se pierde el balón de tres cuartos en adelante. En el triángulo de la mitad de la cancha, Yacob se mostró como el más retrasado y Pelletieri y Toranzo con la obligación de conectar las líneas en ataque.
Las sensaciones son de cansancio, por la ardua pretemporada, de buen clima entre los integrantes del plantel, de relajación, cuando llega la noche y matan el tiempo libre de diferentes maneras (entre charlas, mates, televisión, pool, ping – pong y metegol), y de cierto hermetismo también. Pocos tienen ganas de hablar una vez concluida la actividad. Pareciera que Simeone intenta el aislamiento de sus muchachos de las cámaras y los micrófonos, y busca que se centren en el trabajo.
Sobre el final, hicieron fútbol de manera distendida, con cuatro arcos a lo ancho de la cancha y todo el plantel disputándose la pelota. Se sumergieron en las piletas climatizadas que posee el hotel, se ducharon y quedaron nuevamente guardados en sus habitaciones. Hasta mañana, cuando experimenten un nuevo día de triple turno. Es que el Cholo no para. Y Racing tampoco.