El clima en las prácticas de Racing cambió notablemente en los últimos días. Aunque nunca fue malo en lo que va del torneo, el regreso al trabajo con normalidad de Giovanni Moreno generó una alegría y diversión que sin él no existían. Recuperado de la rotura del ligamento cruzado en la rodilla izquierda, el crack (podría reaparecer en la sexta fecha, ante Olimpo) participó de otro entrenamiento con pelota a la par del resto y deslumbró con sus genialidades.
En una tarea en espacio reducido que por momentos fue a dos y a un toque, Gio la rompió. Con pantalones largos para mitigar el frío, desplegó su arsenal de lujos a pesar de que debía desprenderse rápido del balón. Dos caños a Braian Lluy, pases hacia un lado mientras miraba hacia el otro, un taco soberbio de aire con buen destino y la movilidad para generarse el espacio y recibir la redonda. El Mago, como lo llama su compatriota Teófilo Gutiérrez, mejoró notablemente en precisión con relación a la práctica de la semana pasada.
Sus malabares, su fantasía, de nuevo provocan muecas de admiración. Se lo extrañó mucho.
0 comentarios:
Publicar un comentario