Falcioni ya lo dio de baja y piensa en su reemplazante: Gracián, a quien ya probó, o el Pochi Chávez.
Ya en los papeles estaban complicadas sus chances. Juan Román Riquelme siempre quiere jugar, pero su físico esta vez no se lo permitirá. Decidió infiltrarse el pasado jueves en su talón izquierdo (padece una fascitis plantar), y sólo apareció ese mediodía a disfrutar del asado junto al grupo. El viernes reapareció en los entrenamientos y caminó alrededor de la cancha, hasta que este sábado se confirmó lo que se podía entrever: no llegará para el partido del martes ante Colón en Santa Fe.
"Era como tener un vidrio adentro del pie. Ahora estoy mejor, pero infiltrarme igual es un riesgo importante, hay que esperar. No hice nada durante toda la semana", había declarado JR este viernes, casi avisando lo que finalmente sucedió. De todas formas, viajaría junto al plantel para acompañar al grupo en Santa Fe.
Con su presencia ya descartada, Julio César Falcioni ensaya difetentes variantes pensando en su reemplazo, lo cual no significa un trabajo fácil. La primera opción para el DT es Leandro Gracián: el Tano fue parte del equipo titular que paró en cancha el viernes, y es uno de los enganches naturales con los que cuenta en el plantel. El otro es Cristian Chávez, quien conoce bien la posición y es en donde se siente más cómodo. "La mayoría de las prácticas del Pochi son buenas", deslizó ayer el DT, mantieniendo sus chances.
Boca volverá a entrenarse este domingo temprano, y viajará el lunes a las 16:40 con destino santafesino, y se hospedará en el Hotel Holyday Inn de la capital. A partir de ahora, será una decisión pura y exclusivamente de JC. Gracián o Chávez, esa es la cuestión...
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