Tres barras entraron a la práctica, que era a puertas cerradas, y apretaron al plantel, que viene de perder contra Arsenal. Y se la agarraron especialmente con un símbolo como Bottinelli: hubo gritos y agresiones físicas. Una locura.
El clima en San Lorenzo está cada vez más espeso. Y más allá de la cancha, pasan cosas que no deberían pasar. Ahora, en la práctica post derrota contra Arsenal (la sexta en el torneo), tres barras entraron al entrenamiento, que era a puertas cerradas y a la que ni socios podían ingresar, y apretaron al plantel, que viene de perder contra Arsenal. Y no sólo eso, peor: se la agarraron especialmente con un símbolo como Bottinell. Un escándalo: tras una discusión con el defensor, histórico del equipo, uno de los barras le pegó y otro se sumó a la golpiza desde atrás. Una locura total.
Esto no tiene ningún tipo de justificación, más allá de que Bottinelli fue el principal apuntado por un gesto que le hizo a la platea al final del 0-1, el martes. Ojo que los barras además apretaron a todo el plantel, que cuando agredieron a Botti se acercó para tratar de apagar tanto fuego. En Boedo el clima está cada vez peor. ¿Cómo puede ser que la barra haya podido ingresar a un entrenamiento hasta cerrado para socios? Es normal, en este club, que esté presente en las prácticas. De hecho, el presidente Abdo aceptó que conoce a los integrantes de la barra y hace una semana mantuvo un cara a cara con Sandokán, el jefe.
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