A 63 días del retiro de la imagen de la Virgen de Guadalupe, y con la Justicia continuando la investigación sobre los motivos de su desaparición, ayer se colocó la nueva obra religiosa, hecho que iba a hacerse el martes pero se postergó un día debido al temporal de viento y lluvia. Sin embargo, casi paralelamente a la ascensión de la Virgen (se utilizó una grúa que levantó esta imagen de 1500 kilos y tres metros de alto) surgió la noticia de que un grupo de socios estaría pensando en pedir el retiro de la nueva imagen recién recolocada. ¿Eh? Sí, tal como se lee. Y la solicitud encontraría amparo en el artículo 200 del estatuto del club que prohibe “actividades políticas y religiosas de cualquier naturaleza”. Esto volvería a poner a la imagen de la Virgen de Guadalupe en el eje de la discusión, pero desde el lado opuesto. Ya no será ¿por qué no está? sino ¿por qué está? Pregunta, igualmente, que bien podrían haberse hecho antes, durante el tiempo en el que la anterior imagen estuvo en su lugar hasta que el Chino Garcé -según reconoció- motorizó sacarla “para restaurarla”. En tanto, las autoridades de la Iglesia aguardan acordar con los dirigentes de Colón cuándo se entronizará la nueva Virgen. Sí, de nunca acabar...
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