"Tenemos que hacer valer esta camiseta"
El delantero colombiano, que no convierte desde la 18ª. fecha del Apertura, llamó al equipo a mejorar y "ser grandes dentro de la cancha"
MENDOZA.- Las caras de los jugadores de Racing al dejar el estadio Malvinas Argentinas lo decían todo sin decir una palabra. El abatimiento imperaba en el vestuario académico tras una derrota que nadie esperaba. "Tenemos muchas cosas para mejorar. Hay que hacer valer la camiseta dentro de la cancha. Éste es un equipo grande", arengó Teófilo Gutiérrez con la misma vehemencia con la que encara a los defensores rivales que le salen al cruce.
El colombiano también se refirió a los errores en los últimos metros, que a Racing le cuestan goles a favor. "Tenemos cosas para arreglar. Y en la definición debemos mejorar todos", aseguró el goleador de Barranquilla (Colombia). Teo, que se ganó la fama de depredador del área en Racing, no convierte desde la 18a fecha del Apertura, cuando anotó el gol decisivo ante Atlético de Rafaela (ganó Racing 1-0). Gutiérrez no está exento de la sequía que sufre todo el equipo académico: acumula 307 minutos sin convertir goles en partidos oficiales.
Sobre lo que le cuesta al equipo vulnerar a sus rivales, Teo se justificó: "Uno no se pierde los goles por errores propios solamente. Los defensores rivales también juegan", indicó el futbolista colombiano, que estuvo a punto de emigrar a Europa en el verano y finalmente permaneció en la Academia con el objetivo de pelear el campeonato.
El otro jugador de Racing que optó por dar sus explicaciones del partido fue Sebastián Saja. El arquero, uno de los más regulares del campeonato pasado, afirmó: "Jugamos mejor once contra once que once contra diez. Teníamos el partido controlado. Lo perdimos por mala suerte", dijo el ex arquero de San Lorenzo. Y agregó: "Esta es una derrota que nos hace mucho daño y que no esperábamos".
Las palabras de Saja y Gutiérrez ilustraron un vestuario derrotado. Más que por el resultado, por el juego y el rival, que reservó a varios jugadores para su compromiso por la Copa Libertadores. Sin hinchas que los esperaran a la salida del vestuario, el plantel racinguista recorrió el camino hacia el ómnibus en el que salió del estadio en la más absoluta soledad. Cabezas gachas y un inmenso número de interrogantes fueron el saldo de un partido que pudo haber sido suyo desde que Godoy Cruz sufrió la expulsión de Falcón. Sin embargo, la historia se torció y el gol de Sigali terminó dejando a la Academia sin nada. Muy lejos de las expectativas iniciales, cuando Basile era aclamado como un héroe en Mar del Plata y Avellaneda.
El entrenador, por su parte, volvió a apelar a su convaleciente garganta para no brindar la conferencia de prensa luego del partido. Recordó la operación a la que fue sometido hace algunas semanas y se amparó en sus cuerdas vocales para no dar su visión del partido. En la cancha, en cambio, se lo vio verborrágico con sus jugadores y los árbitros. Sin embargo, y por más que intentó con cambios ofensivos, no pudo cambiar la historia de una derrota inesperada. Y en su despedida de Mendoza sólo hubo silencio.
Fuente: http://www.canchallena.com
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