Los jugadores se dirigían hacia los vestuarios, cuando se desató el bochorno. Gonzalo Belloso, manager de Rosario Central, y Hernán Castellano, entrenador de arqueros del elenco de Arroyito, increparon a varios integrantes de la delegación de Independiente Rivadavia de Mendoza. Según las denuncias que realizaron los jugadores de la “Lepra”, la Policía también intervino violentamente en su contra y posteriormente, el gerente deportivo, Daniel Valls, informó lo sucedido en la Comisaría 9º, acompañado por Daniel Vila, presidente.
Las víctimas también revelaron que hubo presencia de barrabravas “canallas”, que robaron bolsos con las pertenencias de los mendocinos. A pesar de todo esto, Vila expresó: “Preferiría que no hubiera sanciones porque sería perjudicar a Central, ya que creo que la mayoría no tiene nada que ver”. Sin embargo, la Justicia Provincial en la ciudad de Rosario ya elevó la clausura del Gigante de Arroyito por un lapso de 60 días, lo que lo privaría de hacer de local allí en cuatro partidos.
A su vez, Belloso fue imputado por lesiones leves y dolosas, y deberá presentarse a declarar en las próximas para comentar sobre lo suscitado. Complicado panorama con el dictamen del juez de instrucción Javier Beltramonte, que se suma al mal pasar deportivo de Central, que permanece en la Segunda División y no arrancó para nada bien esta temporada. Ya se manejan opciones para mudar la localía si se confirma la medida: el Coloso Marcelo Bielsa o el Cementerio de los Elefantes.
Fuente: Playfutbol
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