Se cumplen 7 años de la partida del gran ídolo de todos: Garrafa Sánchez. Aquel maldito accidente ocurrido en el inicio del año 2006 hizo que se nos fuera el dueño de nuestras mayores ovaciones. Era quien despertaba en todos los hinchas de Banfield una sonrisa con sus ocurrencias dentro de la cancha. Capaz de hacer gatear a un arquero rival en una final o de convertir un golazo el día más importante para mantener la categoría, se dio el lujo de jugar aunque sea un ratito en la Copa Libertadores. Querido y respetado por todos aquellos que tuvieron la posibilidad de compartir un equipo con él, José Luis Garrafa Sánchez partió de este mundo con la seguridad de que nunca se iba a ir de nuestros corazones. Se convirtió, de ahí en más, en el ángel que nos guía.
Fuente: Sólo Banfield
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