Faltaban 4 días para el Golpe de 1976 y Argentina le ganaba 1 a 0 a los soviéticos, la noche del Loco Gatti atajando en la nieve.
No era fácil convencerse por entonces que un partido de fútbol se podía jugar en una cancha cubierta de nieve, con una pelota naranja y líneas que costaba identificar. Esporádicas imágenes que en algún momento previo a ese día se alcanzaron a ver en televisores en blanco y negro eran una más que lejana referencia, porque en el fútbol lo que no le ocurría a un equipo argentino no formaba parte de algo a tener en cuenta.
Ese 20 de marzo de 1976 el aislamiento frente al televisor durante una hora y media hizo que al salir a la calle resultara extraño no encontrarse con ese fenómeno climático que se había padecido tanto como lo habían hecho los jugadores de la Selección, en ese día en el que logaron un triunfo histórico ante la URSS por 1 a 0, con la inolvidable condición de hacerlo bajo la nieve.
Mientras los titulares de los diarios de ese día eran un canto al Golpe que se produciría 4 días más tarde, la Selección Argentina iniciaba ese sábado en Kiev una gira cuyo resultado final es inversamente proporcional a la nueva institucionalidad dictatorial que se estaba instalando en el país.
Ese día, en el estadio central de Kiev, con 38.000 personas como testigos presenciales, César Luis Menotti paraba en cancha lo que mejor había redondeado sus pretensiones futbolísticas, tras un 1975 de mucho ensayo, en el que el filtro y la resistencia de los clubes a prestar a los jugadores lo colocó al borde de la renuncia. Pero había logrado que se armara una gira y llevarse consigo, por varios días, a un plantel rico en individualidades, en el que los pocos números puestos ausentes (Fillol, JJ López, Alonso) lo eran por decisión propia o como secuela de una negativa anterior a formar parte del equipo.
Era la segunda vez que Argentina se presentaba en la URSS. La primera había sido en Moscú, en el estadio Lenin, un 0 a 0 en 1961. Esta vez el escenario y la ciudad eran otros; es que en Kiev (la hoy capital de Ucrania) estaba no sólo el último campeón de la supercopa de Europa, el Dinamo, sino que en las filas de ese equipo estaba el ganador del Balón de Oro 1975, Oleh Blokhin, un delantero de cuya potencia hablaba toda Europa. El partido se jugaba en ese espacio territorial de campeones, con varios de ellos formando parte de la selección.
Menotti puso en cancha ese día a Gatti, Tarantini, Olguín, Daniel Killer y Carrascosa; Ardiles, Trobbiani, Gallego y Bochini; Luque y Kempes, es decir 6 de los jugadores que estarían en la final de 1978 ante Holanda. Con un agregado: Houseman ingresó por Kempes y Passarella hizo su debut ese día en la selección reemplazando a Bochini. Es decir, 2 más que también estuvieron en el 3-1 ante los naranjas en 1978, igual que Sergio Gonella, el italiano que árbitro en Kiev y en la final disputada en el Monumental.
Una actuación inolvidable de Hugo Gatti, tal vez la mejor en su paso por la Selección, con un look poco usual de pantalones largos y gorro de lana, exponiendo todos sus recursos técnicos y de máximo showman del fútbol argentino (algo así como el rey de los personajes mediáticos de la época, en una tiempo en que no se los conocía de esa manera); y un Alberto Mario Kempes que escribía el prólogo de su increíble historia en esa selección, anticipando con su gol, justo antes que concluyera el primer tiempo, lo que entregaría en el Mundial, actuaron como registro simbólico de un partido que tuvo más de epopeya por las condiciones que lo rodearon que por lo que se produjo futbolísticamente, al margen de la dignidad del planteo.
Los diarios del domingo reflejaron aquella épica victoria invadidos por nuevos datos de la escalada represiva y anticipando lo que finalmente ocurriría el 24 de marzo. Camino a esa madrugada nefasta, en la que Argentina lograba su segundo triunfo de la gira ante Polonia, aquella jornada de nieve única empezaba a derretirse, a perder fuerza, casi a resignificarse a la luz de un país donde la masacre le daría un sentido distinto a esa mirada abierta y feliz que intentaba adivinar si cada pelota terminaba en las manos del Loco Gatti, mientras creía que algo bueno podría suceder si pasaba por los pies de Ardiles, Bochini, Trobbbiani, Kempes.
La historia nacida en este país a partir de esos días de marzo –ignorada, ocultada y reivindicada, primero; combatida, denunciada, revisada, luego- fue una competencia demasiado fuerte y devastadora como para que ese 1 a 0 en medio de la nieve, Gatti y Kempes, perdurara del mismo modo en que se lo vivió. Si ni siquiera ese país donde se jugó existe.
Escucha aqui abajo Futbol Fan Radio >>>
Parte 1
Video streaming by Ustream
Parte 2
Video streaming by Ustream
0 comentarios:
Publicar un comentario