El tiempo pasa, pero en San Lorenzo no se preocupan, sino al contrario: lejos de las presunciones que había hace unos días, ayer trascendió que Catania aceptó ceder a préstamo a Pablo Barrientos, siempre y cuando haya acuerdo económico con el Ciclón. En tanto, sus dirigentes saben que dependen del ingreso de dinero para concretar el ansiado regreso del volante, por lo que cruzan los dedos para que se concrete la partida de Jonathan Bottinelli, aunque Carlos Abdo haya afirmado que el zaguero se quedará.
Por el lado del Pitu, Catania entendió que lo mejor era dejar que el jugador regresara a la Argentina, por lo que dejó atrás su intención inicial de venderlo o retenerlo. Así resucitó San Lorenzo. Claro, para pagar a Barrientos, necesita dólares. Y ahí entra en escena Bottinelli: amén de que hoy mismo podría arreglarse su incorporación a Racing, la dirigencia recibió ayer un sondeo oficial de un grupo empresario que pretende colocarlo en Turquía. Es por eso que se presume que el rubio tiene las horas contadas en Boedo, lo que le abriría las puertas al Pitu. A esperar.
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