Zielinski se sacó la mufa en Primera: sacando la Promo, no había celebrado como entrenador.
Los ascensos a la elite con Chacarita y Belgrano le daban una buena chapa a su currículum como DT. Pero, de todas manera, el Ricardo Zielinski, entrenador de Belgrano, cargaba con un estigma que ayer quedó destruido. Es que, sacando la Promo ante River (donde venció al Millo en Córdoba e igualó en el Monumental, aunque el Tribunal, como el match fue suspendido por los incidentes, se lo dio por ganado), el Ruso venía zapatero con sus equipos en Primera. Hasta el triunfazo de anoche, claro.
Con Chaca, en 2009, había dirigido cinco partidos, todos de ellos derrotas (1-2 frente a Tigre, 3-4 contra River, 0-1 ante Banfield y Rosario Central y 1-3 a manos de Colón). Y debió partir. Y en el Pirata la suerte tampoco lo acompañaba. En el Apertura, acumulaba tres empates y la caída frente a Newell’s en su hogar (2-4), luego de ir venciendo 2-1. La racha vio su final con el zapatazo de Mansanelli. “Estoy contento, pero igual vale tres puntos. Pasé momentos lindos y feos y de los dos se sale rápido”, fue cauto.
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