Nicolás Russo, presidente del Granate, relativizó el planchazo de Camoranesi a la cara de Toranzo. A Mauro le espera una dura sanción del Tribunal de Disciplina.
Una más. La patada criminal de Mauro Camoranesi a Patricio Toranzo fue una más. La que podría haber terminado en tragedia. Una más. Nicolás Russo logró explicar así lo que, a priori, parecía inexplicable. “Fue una patada más en un partido caliente”, definió el presidente de Lanús en el día después al cruce con Racing en Avellaneda que, efectivamente, fue un partido caliente. Pero que probablemente vaya a ser recordado en los próximos tiempos como “el día en que Camoranesi le pateó la cara a Toranzo”. Pero el pope granate tiene una visión distinta: “La patada sin pelota en el primer tiempo de Teófilo Gutiérrez a Paolo (Goltz) también fue súper violenta”, relativizó Russo. El presidente fue el único que salió a bancar la parada por el volante tras su expulsión. Ni Schurrer ni sus propios compañeros forzaron un alegato para Mauro (ver Inexplicable ). Eso sí, el presidente tampoco intentó hacer una defensa sobre la acción puntual: “No se puede justificar la patada de Mauro, de ninguna manera, pero tampoco hay que hacerlo con las demás acciones violentas del partido”, aclaró.
Russo también contó que desde el club no pensaban sancionar la acción antideportiva de Camoranesi, que eso “queda a criterio de Schurrer”. En ese sentido resulta elocuente la reunión entre el pope, el DT y el volante durante media hora al término de la práctica vespertina.
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