Alegre. Con una sonrisa estampada en su rostro. Mucho más serenos que en otras oportunidades, quizás influenciado por el hecho de haber cortado, tras el triunfo a Godoy Cruz, la sequía de seis encuentros sin ganar que acumulaba. Así se lo vio ayer a Gabriel Schurrer. Y así, con evidente buen humor, sonrió al hacer referencia a la superioridad que mostró el Taladro en los últimos clásicos. “Ultimamente, Banfield nos tiene de hijos”, admitió el DT, con palabras cargadas de sinceridad y carentes de dramatismo. Y agregó: “Las rachas suelen ir para un lado o para el otro. Esperemos que esta vez cambie para el nuestro”.
El domingo también se vivirá un duelo aparte entre los técnicos, ambos polémicos y de fuerte personalidad. En este aspecto, Schurrer no dudó en elogiar a Ricardo La Volpe. “Me gusta mucho la forma que tiene de entrenar. Siempre forma equipos agresivos y que intentan jugar siempre, y a los que da gusto ver jugar”, piropeó Chucho al Bigotón. Y analizó el crecimiento de su rival: “Han crecido. El encuentro que hicieron ante San Lorenzo, por ejemplo, fue perfecto, más allá de que terminaron perdiendo”.
El DT sabe, debido a su pasado como jugador del Grana, que este duelo es el más esperado por los hinchas. Y que debe transmitir una motivación extra: “Los que nacieron en el club saben que estos choques se toman de una manera especial. Y el resto entienden la importancia que tiene para todos”, cerró.
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