Son los caprichos del fútbol: en menos de una semana, Atlético pasó de lamentar una noche épica contra Central a festejar un mediodía tedioso contra Merlo. La paradoja es total porque el taquicárdico 3-4 contra el líder seguirá siendo recordado cuando termine la temporada, mientras que el discreto 1-0 de ayer habrá quedado en el olvido, merecidamente, dentro de muy poco. Esa dualidad implica otra lectura. Si en el partido que convirtió tres goles y erró un penal, Atlético merecía mucho más que la derrota, ayer sucedió lo inverso: el triunfo le quedó un poco grande. Recordando que en el fútbol todavía no está reglamentado que los dos equipos puedan perder de manera simultánea, el empate le habría quedado perfecto al partido. Tal vez habría que inventar otro tipo de resultados para este tipo de aburrimientos: por ejemplo, que Atlético ganó 0 a -1.
Sin embargo, sería un error menospreciar este triunfo. Una victoria después de seis fechas merece ser resaltada con un marcador fluorescente: una larga racha adversa quedó atrás, quienes miraban de reojo al descenso ya no tienen motivos para hacerlo (Merlo, además, era rival directo) y, aunque Central y Gimnasia (LP) ya parecen haberse asegurado su ascenso, Atlético apuntará ahora a la tercera plaza. Parece imposible, pero contra Sarmiento, el próximo domingo, se jugará la última ficha.
Atlético comenzó a parir su triunfo en el entretiempo, cuando Ricardo Rodríguez movió fichas: afuera Gabriel Méndez, dolorido, y adentro Gonzalo Bustamante. El cambio revitalizó al "decano", que había jugado un primer tiempo en el que el 0 a 0 parecía una cadena perpetua. En eso llegó el centro del "Pulga" Rodríguez, el cabezazo de Juan Cobelli, el 1 a 0, la seguridad de la figura, Cristian Lucchetti, y el final de un partido invisible por lo mal que se jugó y porque nadie lo recordará, salvo (nada menos) la tabla de posiciones. Son los caprichos del fútbol: de una derrota en medio del espectáculo a un triunfo en medio de la fealdad.
Las cuatro claves
1) Una cancha chica, un césped regular y un rival más atlético que futbolístico provocaron que Atlético estuviera incómodo en el "PT". Lo mejor fueron algunas incursiones de Montiglio y Peña por la derecha, pero sin final feliz.
2) El juego era tan friccionado, y con tantas pelotas aéreas a ningún lado, que en el primer tiempo Cobelli fue más importante en función defensiva que ofensiva. El 9 rechazó varios centros, pero en ofensiva no aparecía.
3) Bustamante ingresó en el entretiempo y contagió una leve mejoría de Atlético. A los 7' del "ST", y en ese reino de pelotas paradas, Cobelli peinó al segundo palo un centro de Rodríguez y Atlético se puso en ventaja.
4) El partido se hizo aún más ordinario con la desesperación de Merlo. "RR" apostó a asegurar el resultado: sacó a Barrado y puso a Calgaro. Y en las únicas situaciones de gol que tuvo Merlo, Lucchetti respondió bien.
Fuente: La gaceta
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