"Los 140 millones de pesos que son la sorpresa que hemos recibido de los meses de octubre y noviembre significan que la gestión saliente agarró una maquinita de imprimir y empapeló el país con cheques”.
Contador y ahora tesorero del club, Andrés Ballota era uno de los encargados de detallar los números de un River que más que ganar el campeonato se fue al descenso económico más de una vez. A su lado, el vicepresidente Jorge Brito, otro entendido en la materia (es el gerente general del Banco Macro) también aportaba más cifras que dan escalofrío de sólo imaginarlas. Pero a la hora de graficar el estado en que la nueva dirigencia encontró al club, el mensaje no pudo ser más claro. Passarella y compañía, en los últimos días de gestión, ya sabiendo que no serían ellos quienes deberían cumplir con esos compromisos, gastaron varias chequeras y repartieron papelitos con cifras exorbitantes por todos lados. “Se libraron cheques de manera irresponsable”, calificó Ballotta. “Es temprano para hablar de dolo, eso corresponderá de acuerdo a los resultados de la auditoría que vamos a realizar. Pero si aparece algo que requiera la intervención de la Justicia, lo vamos a denunciar”, avisó Brito en una conferencia de prensa que se repetirá cada dos o tres meses para informar la evolución de la situación económico-financiera del club.
Así, entonces, el vicepresidente primero y el tesorero contaron que el déficit operativo mensual que encontraron no era de 8 millones de pesos sino de 12 millones. Que el pasivo creció de 383 millones al cierre del último balance (31 de agosto) hasta 425 millones. Que en tres días tuvieron que pagar cheques por 18 millones. Que hay otros 38 millones para cancelar hasta fin de mes, 96 millones a pagar en enero y otros 87 millones con vencimiento en febrero. Y que la emisión de cheques aumentó un 80% en los últimos seis meses de Passarella en Núñez.
Con el objetivo de reducir el déficit operativo a la mitad en un año, los dirigentes anticiparon que “se viene etapa de austeridad que va a empezar por la dirigencia”. Por eso, habrá que buscar nuevas ingenierías para contratar a los refuerzos (ver página 13) y pidieron una mano para River: “Necesitamos que todos colaboren. Ramón acomodó su contrato, por ejemplo, y Antonio Caselli acercó un proyecto interesante. También estamos contando con la ayuda de la paciencia de los acreedores y del sector financiero que confía en nosotros”.
Fuente: ole
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