Lammens critica a Pizzi y elogia a Bauza “por elegir el desafío deportivo antes que los millones”. Además, avisa que busca que Boedo no dependa de él o Tinelli.
Romeo, Tinelli, un representante de jugadores, un ex dirigente y el Pollo Vignolo (al aire) son algunos de los tantos que, durante media hora, no le dan tregua al smartphone de Matías Lammens.
-¿Y Bauza llama?
-Hablamos. Lo escuché muy metido. Preguntó por todos los jugadores, incluso por los lesionados. Me dijo que le preocupaba un poco la falta de experiencia del plantel, pero a la vez le gustan mucho los pibes que hay en el club. De refuerzos no hablamos, seguramente lo haremos cuando nos juntemos sobre el final de la semana.
-¿Por qué lo eligieron?
-Por su experiencia copera, por su perfill alejado de las polémicas, porque es un técnico trabajador, que intenta jugar al fútbol. Pero lo que más me gustó de Bauza fue que, pese a las ofertas millonarias, priorizó el desafío deportivo, quiso venir a ganar la Copa con San Lorenzo. Por suerte todavía existe gente que tiene estímulos no materiales. Que piensa que no todo es plata, que no todo progreso es el económico. Pero bueno, no todos tenemos los mismos valores.
-Seguís dolido con Pizzi. El dijo que era el momento para irse, que dejó un equipo campeón...
-Para mí no era el momento. Intenté que revea su decisión. Tenía un grupo muy sano, los jugadores le habían respondido en momentos de quiebre, habíamos recuperado la identidad de juego... Con algún refuerzo, es un plantel que le hubiera dado más alegrías. Y Juan podría haber pegado el salto a Europa más tarde, y con más prestigio. Nosotros habíamos apostado por Juan, le rechazamos la renuncia después de la final de la Copa Argentina, y lo hicimos en este fútbol argentino en el que es poco habitual respetar los procesos. En su lugar hubiera tomado otra actitud, y se lo dije. Tiene 45 años, jugó en Barcelona y la selección española, iba a tener otra oportunidad. No hacía falta darlo de esta manera. El desafío que tiene San Lorenzo por delante es muy importante, y creo que había un compromiso que iba más allá de lo económico. Yo entiendo que son profesionales y que viven de esto, pero también existen los estímulos no materiales. Si no, no estaríamos Marcelo (Tinelli) y yo trabajando 12 horas por el club. En 2001, Romeo podía haber quedado libre pero firmó contrato para que San Lorenzo lo vendiera al Hamburgo.
-Romeo criticó duramente la decisión de Pizzi...
-Bernie es un tipo muy serio, que aprendió mucho en Europa y que le gusta respetar los procesos. Fue quien más sostuvo a Pizzi en los momentos difíciles. Por eso se sintió muy defraudado. Creo que tiene que haber valores que trasciendan lo material.
-¿Esta renuncia empaña su mérito en el título?
-Hay que saber separar. Fue uno de los grandes responsables de este título. Pero sí se empañó la imagen de Juan. Ya está, igual. Ahora tenemos otro técnico, y creo que Bauza puede darnos el gran anhelo, que es la Copa.
-Tienen casi cerrado a Blandi y van por un central. ¿Dan los números?
-Estamos bien. Ya vimos mil intentos de armar planteles en seis meses que después... Esas fiestas terminan mal. Ahora hay un presupuesto anual de fútbol que está en alrededor de los 60.000.000 de pesos y que está bancado por el ingreso de las cuotas sociales, que es de más de 5.000.000 mensuales gracias a los 57.000 socios activos a los que llegamos. Tenemos calzado ese ingreso al fútbol. Lo que es plata de TV, recaudaciones, y demás, va destinada a cubrir otros gastos.
-La Copa es el gran objetivo del 2014. Bastante más agradable que los desafíos que tenían cuando asumieron en el club por primera vez...
-Sí, las etapas son muy diferentes. La primera fue una urgencia. El club estaba devastado en todo sentido. Ahora los desafíos son mucho más atractivos, sin dudas. Y lo son porque hicimos las cosas bien. Aunque Torrico no le hubiera tapado el tiro a Allione, las cosas también hubiesen estado bien hechas. En este segundo mandato queremos readecuar administrativamente al club, profesionalizar algunas áreas. San Lorenzo se manejaba como un almacén. Y delegando en gerentes, vamos a restarnos bastante tiempo de trabajo. El desafío de esta gestión va a ser dejar un club que funcione sin nosotros...
Fuente: Ole
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