Mario Balotelli siempre da que hablar. Por sus logros futbolísticos, pero también por sus polémicas actitudes dentro y fuera del campo de juego. En este caso, el delantero volvió a dar la nota en el triunfo de Milan ante Cagliari, y no es la primera vez que se cruza con los hinchas en el Sant'Elia.
El 10 de febrero del 2013, el delantero que recién arribaba a Milan, convirtió un penal y se regocijó antes el público de Cagliari, llevándose el dedo índice a la boca pidiendo silencio.
Y este domingo, la gente no se olvidó de aquel acontecimiento. Después de un partido en el que se lo vio nervioso y en el que recibió abucheos y burlas durante noventa minutos, el delantero se despachó con un gol y dio rienda suelta a su enojo con un gesto grosero (puso sus manos en las partes bajas) ante la parcialidad local.
Así, Balotelli sumó su decimotercera tarjeta desde agosto hasta hoy (incluyendo una expulsión ante Napoli) y se perderá el partido contra Torino. La estadística se agrava aún más si se cuenta la amonestación que sufrió con la Selección italiana en el partido ante República Checa.
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