"No le hice gestos a nadie, me acomodé como lo hace cualquiera, así de fácil", se justificó el rosarino, con una versión poco convincente, en diálogo con Fox Sports Radio del Plata. No conforme con esa respuesta, agregó que jamás hubiera pensado en responder así estando su hija y su mujer presentes en el estadio y por respeto a los hinchas: "No sé si fueron para mí los silbidos, pero en ese caso, la gente paga para vernos y está en todo su derecho".
Además, fue muy crítico con los medios españoles, a los que acusó de querer quebrar su relación con la institución madrileña: "Acá todo el mundo habla, los periodistas quieren ponerme a la gente y al club en contra". Aprovechó la oportunidad para refrescar lo que había sucedido semanas atrás, con un hecho similar y no quiso echar leña al fuego con la decisión del Balón de Oro: "Lo puede ganar cualquiera, no voy a decir quién pienso porque si hablo, se va a armar quilombo también".
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