Como un rumor enamorado, rumbo a un balcón azulgrana, su nombre se oye en Boedo, incesante. Y si el río suena... Romeo. Bernie. El último ídolo de San Lorenzo que vuelve a aparecer en escena. Y, vaya novedad, cuando el club más lo necesita: sumido en una crisis económica que lleva al presidente a dar una conferencia de prensa, el Ciclón anda buscando un delantero. Dinero no le sobra, sino por el contrario. Y entre bolsillos flacos y Pavones, los dirigentes ya pensaron en él. Sí, como el eterno 9, que vive con la cabeza en Boedo, según le cuenta a Olé .
-¿En qué anda Bernardo Romeo hoy?
-Estoy entrenándome con un profe en La Plata, haciendo una pretemporada exigente, como para llegar bien cuando se dé la chance de sumarme a algún equipo.
-Se dice que Unión te quiere, ¿y San Lorenzo?
-Todos saben que yo muero por volver, de eso no hay dudas. San Lorenzo es mi casa y siempre quiero estar ahí. El tema es que todavía no hubo charlas, más allá de algún contacto entre mi representante (Daniel Bolotnicoff) y gente vinculada a Abdo, pero no se avanzó más que eso.
-Sabiendo que el Turco quiere a un 9 y que el club no tiene un peso, ¿igual querés volver?
-Obvio. Desde ya que lo económico no es un problema, eso ni lo pienso. Lo único que quiero es ayudar a San Lorenzo. Eso es algo que puedo hacer con mi presencia y, lógicamente, con goles. Todavía puedo dar mucho, lo demostré en el último torneo, en Quilmes.
-¿Te preocupa ver así a San Lorenzo?
-Es duro todo lo que está pasando. Me enteré de que hubo muchas intimaciones y que hay problemas grandes de dinero. Pero no me cabe duda de que el plantel puede dejar atrás todo eso para que San Lorenzo sea protagonista.
-¿Y te ves de nuevo en la Ciudad Deportiva?
-Je, es un sueño. Por eso le dije a Daniel que escuchara todas las propuestas, pero que la prioridad la tiene San Lorenzo. Veremos qué pasa...
-¿Todavía pensás en esos 100 goles cuervos?
-Ja ja, eso sería un premio inmenso, pero primero hay que ver si puedo volver a vestir esa camiseta. Ojalá que se dé. Por lo pronto yo sigo trabajando duro para estar bien físicamente el día que me toque incorporarme a un plantel.
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