Igualmente, el dato llamativo dentro del “Tricolor” pasa por otro lado. Este club que posee una cancha para seis mil personas (hace poco tiempo le hicieron una tribuna visitante), tiene una particularidad: un entrenador con “cama adentro”.
Pablo Vicó, el encargado de comandar este barco, desde hace 14 años vive en el club. Sí, en una pieza dentro de las instalaciones del cuadro del Sur. Aunque parezca increíble, esto es un cuento digno de narrar.
Brown, como es llamado por los lugareños, daba un pasito importante al construir una pensión; pero necesitaban que alguien la cuide. Ante esta situación, el presidente del club pensó en darle trabajo a una “vieja gloria” del club: Vicó.
El ahora entrenador del equipo sureño supo defender los colores de su amada institución (tiene el escudo tatuado en el brazo) y no dudó en aceptar la propuesta y dejar su trabajo en un hospital. En su etapa como jugador también pasó por Temperley, San Miguel y Tristán Suárez.
Desde ese momento, como cualquiera dentro de una “empresa”, comenzó a escalar y pasó por diversos puestos. Fue cuidador de las canchas de tenis, entrenador del Baby fútbol y las inferiores. Pero luego, allá por 2009, tras la salida de Juan Carlos Kopriva, tuvo la oportunidad de su vida, la de dirigir a la Primera.
Bajo el mando de “Don Ramón”, como lo apoda la hinchada, este obsesivo de los detalles (sus allegados lo comparan con Marcelo Bielsa) logró el máximo hito de Brown de Adrogué junto a futbolistas como Pablo Burtovoy y Martín Fabbro.
“Mi vida está dentro de Brown de Adrogué. Si me van a encontrar, me van a encontrar los 365 días del año acá en Brown de Adrogué. Acá no se trata de plata, acá se trata de que uno se siente bien dónde está y trata de seguir luchando siempre al lado de Brown”, supo declarar hace un tiempo Vicó, este creyente que tiene una obsesión y un amor único en su vida, los colores de “su” “Tricolor”.
Fuente: Playfutbol
Editado por Pelu Gomez
@futbolfanof
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