Uno vive el mejor momento de su historia; el otro está a un paso de escribir la peor página deportiva de sus libros. Villa San Carlos, recién ascendido a la B Nacional, disfruta de haber logrado subir a la segunda categoría más importante del país; Independiente pende de un hilo en Primera y sueña con el milagro de sobrevivir (se deben dar muchos resultados; ver No depende de vos…). Mientras, en Berisso sueñan con enfrentar al Rojo. Te esperan, Diablo.
“Ojalá, se puede dar, por qué no”, dijo Federico Slezack, defensor de Villa San Carlos en el programa Hora Extra (por Somos La Plata), ilusionándose con enfrentar al Rojo de Avellaneda, club que tiene una historia muy rica, pero que vive un presente poco imaginado. “Fui a la cancha de Independiente en el 93, cuando ascendió la Villa, y lo vimos de afuera. Quizás ahora nos toca volver en una cancha nueva, en un estadio de Primera”, siguió, recordando la final entre San Carlos y Acassuso por el ascenso de la D a la C.
También habló su padre, Enrique Slezack, intendente de Berisso: “Cuando estemos prendidos de la tele mirando con Talleres, en Córdoba, o en Tucumán, o contra Independiente, nos vamos a quedar para siempre en ese lugar. Es la historia de sacrificio de la ciudad, porque ellos representan eso”, comentó. Villa San Carlos vive un sueño; el Rojo una pesadilla. Ambos pueden cruzarse en el camino de la temporada 2013/14,
Fuente: Ole
Editado por: Ezequiel Almiron
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