A pesar de que Río de Janeiro alojará en su mítico y remodelado estadio Maracaná la gran final de la Copa del Mundo de Brasil , sus ciudadanos están muy enojados con los organizadores. Ocurre que la selección de Brasil sólo pisará la cidade maravilhosa si llega al partido decisivo. Ni en la fase de grupos, ni en el partido de octavos o cuartos en los que el Maracaná será sede, aparece el equipo de Scolari, que disputará el grupo A en San Pablo, Fortaleza y Brasilia.
España, la Argentina, Francia y Bélgica serán cuatro selecciones que sí pisarán el césped del Estádio Jornalista Mário Filho durante la primera etapa del Mundial, y ese será seguramente el consuelo para los millones de brasileños que habitan una de las ciudades más lindas del mundo.
Una guía de precios en Brasil.
Por estos días, y desde hace meses, Río de Janeiro está en plena reconstrucción. Desde el aeropuerto, las calles y hoteles hasta las playas se modifican para recibir la Copa del Mundo, pero no sólo el Mundial, sino la gran cita de los Juegos Olímpicos de 2016. "Las obras son para eso, no para el Mundial", cuenta un grupo de obreros que trabaja sobre la playa de Copacabana.
Según cuentan algunos habitantes y comerciantes de Río, la ciudad no está aumentando sus precios para recibir el Mundial, pero si creen que lo harán en los próximos meses. Para aquellos argentinos que viajarán en el Mundial, deberán salir de las zonas turísticas para encontrar las mejores tarifas, ya que tanto en Ipanema como en Copacabana, las dos grandes playas de esta ciudad, los costos serán elevados.
La canasta básica de precios de Rio de Janeiro y San Pablo (precios expresados en pesos)
Mientras tanto, en San Pablo, las obras tienen el mismo ritmo que su agotador e insoportable tránsito: a paso lento. Muy lento.
Tanto en la ciudad como en Guarulhos, el aeropuerto principal de la ciudad, los trabajos de infraestructura existen, pero con llamativos y preocupantes retrasos, teniendo en cuenta que allí se disputará el partido inaugural entre Brasil y Croacia, el 12 de junio. Como si el Mundial fuera en 2015, y no en poco más de seis meses.
San Pablo es, hoy, una ciudad económicamente inaccesible para los argentinos. Por ejemplo, además de demorar tres horas en llegar a destino, un taxi del aeropuerto al centro de la ciudad cuesta entre 160 y 190 reales (entre 430 y 530 pesos), de acuerdo al tiempo de viaje. Algo similar ocurre con los alimentos y el transporte. Y los paulistas dan por hecho un aumento de precios previo a la competencia.
Sólo los hoteles se ven listos para el gran evento futbolístico, con carteles que destacan que han sido elegidos por la FIFA como alojamiento oficial de la Copa del Mundo. Nada se les escapa...
Otro asunto a considerar es la hostilidad hacia los argentinos. Apenas un cruce de miradas "delata" a los "intrusos", que son echados de donde sea con insultos y agresiones que, por momentos, también son físicas. En la final de la Copa Sudamericana entre Ponte Preta y Lanús, un grupo de periodistas argentinos fueron agredidos dentro del estadio Pacaembú.
Fuente: Cancha Llena
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