Contra Juventud a puertas cerradas
Después de los lamentables incidentes registrados en Salta, la posibilidad remota que el partido revancha entre Gimnasia y Juventud se juegue con público quedó en la nada. En realidad, los dirigentes del “lobo” fueron contundentes de entrada. Sin embargo, los hinchas se ilusionaron que con revean la medida atendiendo el gran apoyo mostrado en el “clásico”, con 500 almas alentando bajo la lluvia la noche del martes.
Pero la agresión sufrida al llegar y retirarse, junto a la denuncia que hubo destrozos en las inmediaciones del estadio “Honorato Pistoia”, echó por tierra cualquier posibilidad de estudiar que el público asista la revancha. Los periodistas de ambas provincias podrán entrar al predio de Papel NOA mostrando las credenciales respectivas. No se harán excepciones.
Eso sí, quedó claro que el reducto antoniano no se encuentra en condiciones de albergar un “clásico”. Es demasiado inseguro dentro y fuera. También hubo pocos efectivos de seguridad, algo que incidió en el posterior caos. Y lo más reprochable pasó cuando un grupo de simpatizantes locales, con total impunidad, se subió y bajó del alambrado ingresando al campo. Al parecer, la intención era pegarle a “Satanás” Paez, pero por suerte no prosperó.
Todas las experiencias en cualquier orden de la vida, sean positivas o negativas, dejan enseñanzas. Y para el “lobo” la conclusión es que en Salta sólo puede jugar en el mundialilsta “Padre Martearena” o en el reducto de Gimnasia y Tiro. Fue un error de los dirigentes salteños, con el aval del Gobierno de la vecina provincia, organizar en esa cancha un partido de alto riesgo.
En cuanto a lo futbolístico, el equipo de José Luis Calderón volvió a sufrir otra derrota. El análisis no pasa por si fue o no justa. Hay que mirar un poco más allá. Nunca se marcó diferencia entre uno y otro, algo que sí debe preocupar porque los jujeños militan una categoría arriba.
Si bien “Caldera” reiteró que relativiza el tema de los resultados en los amistosos, perder el “clásico” dejó un gusto amargo en la boca para todos. El sábado será la revancha y sólo cabe la palabra victoria.
Con un pie en Colombia
Marcos Pirchio tiene un pie en el fútbol colombiano. Deportivo Cali quiere llevarse al delantero de Gimnasia, que tiene contrato hasta junio. Y los dirigentes no ponen trabas porque consideran que no vale la pena presionar a alguien si se quiere ir. Entonces, sólo exigen un resarcimiento económico para liberarlo.
La eventual ida del “Tanque” no complicaría demasiado, ya que poniéndose a punto en lo físico, el titular será Alejandro Delorte. Quien tendría chances concretas de estar dentro del “once” es Juan Arraya, que debería pelear el puesto con Enrique Triverio para formar la dupla de ataque con el “Flaco”. En las próximas horas se definirá el tema.
Fuente y foto: El tribuno
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