Dicen que la plata mueve al mundo, pero definitivamente no a todos sus protagonistas. Uno de esos ejemplos, sin dudas, es Lionel Messi, quien pese a que le ofrecieron una montaña de dinero, no se inmutó y prefirió seguir en uno de sus lugares favoritos: Barcelona.
¿Qué fue lo que pasó? Antes de que se concretara la renovación de su contrato con el elenco español, apareció un club ruso que estaba totalmente decidido a llevárselo sin importar la cantidad de euros que había que desembolsar.
Si bien no salió a la luz el nombre de esta entidad, en Mundo Deportivo aseguran que iba a pagar la cláusula de rescisión del contrato del argentino (250 millones de euros) y que le ofrecían un contrato por 3 años a la “Pulga”, en el que ganaría 30 millones por cada uno de ellos (un total de 90).
Igualmente, Messi ni se vio movilizado por la desorbitante propuesto y decidió hacerla a un lado, ya que lo seduce la posibilidad de seguir en el cuadro “culé” y poder aumentar sus vitrinas con más títulos y logros en una Liga de primer nivel. Además, no quería trasladar a su familia luego del reciente nacimiento de su primer hijo. Desde luego, no importó que la extensión del vínculo con los catalanes, que le reportará unos 16 millones, estuviera lejana en los números a oferta que llegó desde el Este de Europa.
Fuente: Playfutbol
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