D’Alessandro consiguió el tricampeonato Gaúcho con el Inter de Porto Alegre después un 0-0 ante Juventude de Caxias. Luego falló su penal, rezó, lloró, y acabó dando la vuelta tras la definición.
“Pasan los años y sigo teniendo contacto con él. A la distancia veo que lo mejor que le pudo haber pasado a River fue la vuelta de Ramón. Mi contrato vence en 2015 y siempre dije que me gustaría terminar mi carrera en el club que me vio nacer .Y mantengo esa intención...".
Andrés D’Alessandro tiene al Millo en la frente. Sin embargo, y a pesar de su vaticinio ganador, se quedó con las ganas de disfrutar-sufrir el Boca-River dominguero. En ese mismo momento, a unos cuantos kilómetros de distancia, se estaba llevando el tricampeonato Gaúcho después de igualar 0-0 con Juventude de Caxias y definir por penales. Sí, de alguna manera, el Cabezón festejó un empate… Que terminó en vuelta olímpica.
Andrés había fallado de entrada su disparo en la tanda. Por eso, después de rezar en el medio del campo durante cada disparo, el loco festejo contenido que desató al final del mano a mano. Entonces salió disparado hacia el alambrado para celebrar con su gente el tricampeonato Gaúcho. Hasta Gentil, el utilero, recibió un abrazo de su parte. “No me cayó la ficha todavía. Es mucho cariño, mucha cosa junta en el club. Necesitábamos de la hinchada y contamos con ella. Mucho más ahora que no tenemos estadio”, dijo a puro llanto.
Los de Dunga, entonces, como en el 2009, 2010, 2011 y 2012, se quedaron también con la segunda mitad del Gaúcho, también conocida como Copa Farroupilha. Ya se había quedado en el comienzo del 2013 con la primera parte, con la Copa Piratini.
Fuente: Ole
Editado por Pelu Gomez
@pelugomez91
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