Se encuentra en el ojo de la tormenta. Paso de héroe a villano en pocas semanas. Fue el segundo goleador de la pasada Premier League con 23 goles, y ahora, el presente de Luis Suárez en el Liverpool es totalmente diferente. Tras los intereses de varios grandes de Europa (principalmente del Real Madrid y del Arsenal), el delantero manifestó sus ganas de emigrar. Pero a su técnico, Brendan Rodgers, la idea no le gustó y consideró que sus declaraciones representaron "una falta total de respeto por un club que le ha dado todo". Por esta razón, lo obligó a trabajar aparte del grupo en los entrenamientos hasta que se aclare el tema.
Lucho, de 26 años, está a la espera de que aparezca algún club que se disponga a pagar la cláusula de rescisión de su contrato que es de 46 millones de euros. Sin embargo, el precio es elevado y no aparecen propuestas. Además, el traspaso no sería tan fácil. "Si hay una oferta mínima con esa cantidad, entonces las partes discutirían pero en ningún lado está estipulado que el equipo tenga que vender", aclaró Gordon Taylor, director ejecutivo del PFA (Asociación de Futbolistas Profesionales).
El uruguayo había expuesto que existía una cláusula en su contrato por la cual podría abandonar Anfield si no lograban la clasificación para la Champions League. Sin embargo, el DT desmintió todo: "No hay ninguna promesa, categóricamente ninguna, y ninguna promesa rota. Sus comentarios que he leído son amargamente decepcionantes, pero mi trabajo no llega más allá de eso". Al finalizar la práctica del jueves, Suárez salió con lagrimas de sus ojos...
Fuente: Ole
Editado por Pelu Gomez
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