En estos tiempos en que la sobreexposición de los protagonistas es casi una marca registrada del fútbol, Frank Darío Kudelka vendría a ser un antidivo. Mientras más lejos tenga las cámaras y grabadores, mejor.Sin embargo, como un gesto de buena educación, fue el propio entrenador de Instituto quien desde media cuadra les preguntó a los periodistas si necesitaban algo de él.
Y allá fue ayer la guardia periodística, a buscar el testimonio más esperado de la mañana en la que Instituto volvía a entrenarse y comenzaba la pretemporada.
“No me gusta hablar”, se atajó de entrada Kudelka, que enseguida valoró el hecho de comenzar el año trabajando. “La verdad que es nuestro trabajo y siempre es lindo estar en el ruedo, que es dirigiendo”, afirmó. “El plan es ya irnos pasado el mediodía para empezar una concentración que llene de esfuerzos al plantel, en función de todo lo que haya que hacer, y de mentalización, que es lo que queremos”, prosiguió sobre su idea para la concentración de 11 días que el plantel realizará en Luján, Buenos Aires.
–¿Este es el verdadero comienzo?
–El comienzo fue antes, pero siempre fui claro en eso: era una etapa en la que teníamos que jugar partidos y, a su vez, observar. Nos sirvió mucho y esperemos que sea fructífero a partir de hoy.
–¿Son muchos jugadores para trabajar?
–Están todos sumándose a la pretemporada y sería un máximo de 32. No son pocos, pero hay que entender que respecto a los chicos que sumamos, tanto yo como la nueva coordinación de inferiores somos nuevos. Y un par más no hace a la cuestión y no nos va a evitar una buena organización de trabajo. Al contrario.
Sobre la cantidad de jugadores juveniles que lleva, Kudelka amplió: “Si bien yo necesito verlos más a largo plazo porque realmente los conozco poco, he atendido la opinión de quienes estaban antes y lo poquito que nosotros los pudimos ver. Pero siempre entendiendo que si es permanente es porque ellos se lo ganaron; y si no, que sepan que es el camino como el de cualquier ser humano, entre el hecho de estar y no estar, que se fortalezcan para que en algún momento sean jugadores de primera división.
–¿Con la incorporación de Martín Zbrun y probablemente la de Canever, estaría conforme?
–Sí, estamos de acuerdo en que son puestos o funciones que necesitábamos compatibilizar. Así que entendemos que son dos buenos refuerzos. Habrá que demostrarlo después.
–¿Fueron pedidos por usted?
–¿Pero qué pregunta me está haciendo? ¿Usted quiere decir que me manejan el equipo?
La afirmación en tono de broma del entrenador ante un cronista televisivo fue el ejemplo de la manera descontracturada en que Frank Darío Kudelka afrontó el encuentro con los periodistas, más allá de que avisara que no es muy adepto a “tener que hablar”. Y después llegó la respuesta: “Lógicamente. Dentro de un cúmulo de posibilidades, seguramente son jugadores que me interesan”.
–¿Cuál es la situación de Canever?
–No sé si saben que ha tenido un problema de salud, estuvo internado y está en esa convalecencia todavía. Calculamos que si los papeles dictaminan que todo está en orden, el fin de semana o principios de la otra, va a estar con nosotros.
–Están a 17 puntos de Olimpo, ¿ya se plantearon algún objetivo?
–Estamos a dos horas de viajar y lo que nos planteamos es ser mucho mejores que lo que el equipo ha sido en la mitad de año pasada.
–¿Qué pueden dar los amistosos?
–Los amistosos sirven y mucho. Sirven para dosificar las exigentes cargas que se van teniendo en una pretemporada de inicio, para observar, para competir... Pero los más importantes son por los tres puntos. ¡En cuántos partidos amistosos te puede ir bien o no y después la realidad del campeonato es otra! Los tengo en cuenta como muy importantes pero son amistosos. No importa contra quién juguemos, a todos hay que ganarles y esa es la consigna por más que sean amistosos. Pero no suman tres puntos y nosotros necesitamos tres puntos y eso es cuando empieza el campeonato.
–¿La consigna es levantarles el nivel a algunos jugadores que no lo hicieron muy bien en la primera parte del campeonato?
–Sí tengo como consigna que muchos jugadores que tenemos dentro del plantel sean refuerzos, porque han jugado poco o no han podido demostrar su real valía. Esa es nuestra consigna. Conceptos claros y muchas ganas de trabajar. Así comenzó Kudelka el 2013 con la Gloria, un año que lo tendrá ante el desafío de correr desde atrás. A trabajar. Las palabras sobran.
Fuente: http://mundod.lavoz.com.ar
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