domingo, 3 de marzo de 2013

Douglas Haig: Paso a paso

Con pequeños ajustes, correcciones, conceptos reafirmados y sobre todo con una gran dosis de confianza, Douglas Haig es otro con la llegada de Reinaldo Merlo, que dirigió tres partidos y los ganó a los tres, lo que hizo resurgir al conjunto de Pergamino.

La parada era en Alta Córdoba ante el necesitado Instituto de Frank Kudelka, que si bien llegaba con un buen triunfo ante Sarmiento en Junín, viene teniendo una muy pobre campaña. De todos modos, fue el local el que tomó la iniciativa, mientras el rojinegro se agazapaba bien parado para contragolpear.

Ante una defensa compacta y sólida, a La Gloria le costaba demasiado encontrar los caminos, de hecho la jugada de más riesgo fue a través de Cristian Bernardi cuyo remate se fue apenas desviado ante la mirada de Guillermo Álvarez.

Por su parte, poco pudo mostrar la visita en ofensiva, aunque estaba preparado para aprovechar cualquier mínimo error y sobre el cierre de la primera etapa, llegaron. Primero a los 41 minutos, cuando encontraron mal parada a la defensa local y a Julio Chiarini no le quedó más que cortar con falta una ocasión manifesta de gol. El arquero pagó los platos rotos y se fue expulsado.

Matías Vega ocupó su lugar (se retiró Bernardi) y de entrada tuvo una doble tapada que impidió el primero, pero un instante después tuvo una falla en la salida y le regaló prácticamente el gol a Pablo Mazza, quien lo aprovechó para abrir el marcador cuando se extinguían los primeros 45 minutos.

Con un jugador menos y en desventaja, sumado a la presión que imponen sus hinchas, para Instituto fue demasiado peso sobre sus hombros y careció de ideas para inquietar a Álvarez. Del otro lado, Vega tuvo bastante más trabajo para mantener a tiro del empate, al menos en el resultado, a su equipo.

Pero eso no iba a suceder, los de Kudelka no encontraron jamás los caminos ante un sólido trabajo de Douglas Haig, y así corrieron los minutos hasta el pitazo de Sául Laverni. Tercera victoria consecutiva desde la llegada de Mostaza, que transformó a un equipo casi vencido en el verdadero Milan de Pergamino.

Fuente: Solo Ascenso

0 comentarios:

Publicar un comentario